El consistorio anuló el contrato con la empresa adjudicataria de la implantación del proyecto museográfico por los retrasos en la ejecución de los trabajos. Ante el incumplimiento de esta empresa y en previsión de posibles responsabilidades, el Ayuntamiento retuvo la última certificación de pago y no devolvió el aval depositado de la contrata para garantizar el posible pago de incumplimientos contractuales.
El Alcalde César Augusto Asencio ha explicado que la empresa atravesaba unos problemas económicos que afectaban al retraso en la ejecución de los trabajos, y que ante esta situación se pidió la anulación del contrato, terminando el Ayuntamiento las obras del museo Benlliure a través de los subcontratistas y proveedores de la propia empresa.
El Ayuntamiento retuvo la última certificación de pago a la empresa y el aval que tenía depositado al inicio de las obras para responder ante posibles responsabilidades. La última certificación ascendía a 6.706 € y el aval a 17.290,63 € .
Ahora la sentencia viene a decir que aunque hubo retrasos por parte de la empresa, procedía al pago por parte del Ayuntamiento tanto de la última certificación y que procedía por tanto devolver el aval, ya que parte de las demoras en los trabajos no eran imputables a la adjudicataria, sino por unas filtraciones y humedades que hubo en el inmueble durante los trabajos .
Según Asencio, el juzgado ha compensado responsabilidades y de alguna forma lo que ha venido a decir es que se debía pagar a la empresa la certificación por los trabajos que había hecho y devolver el aval. La única condena real para el Ayuntamiento es el pago de los intereses de la certificación y el aval desde el inicio del pleito hace algo más de 2 años.
Para el Alcalde “este expediente es tan razonable que la sentencia dice que cada una de las partes se pague las costas de los abogados y procuradores, lo que demuestra que por parte del Ayuntamiento no ha habido ninguna conducta temeraria o de mala fe, sino que tan solo pretendió garantizarse el pago ante una posible responsabilidad de la empresa que era insolvente y defender los intereses del Ayuntamiento y de sus vecinos”.
También el Alcalde indicaba que la anulación del contrato con la empresa había sido favorable para el Ayuntamiento, ya que había habido un ahorro del beneficio industrial que se hubiera llevado la adjudicataria, porque finalmente los trabajos los realizaron los subcontratistas y los proveedores. “Precisamente por anular el contrato a la empresa dejamos de pagar una cantidad de dinero importante y nos ha costado menos dinero el pago a los subcontratistas que son los que han terminado finalmente el museo Benlliure. Gracias a eso hoy es una realidad el museo. Si no hubiéramos anulado el contrato en su día, el museo hubiera seguido cerrado y sin terminarse, algo que criticaba la oposición constantemente ”.