Más de 135 niñas y niños de Crevillent han participado a lo largo de esta semana en los cuartos Juegos Olímpicos Escolares que celebra la localidad alfombrera. En esta semana, los escolares han dado protagonismo a deportes diversos, más allá del fútbol, como son el atletismo, el tenis y deportes de equipo como el hockey, el rugby, el balonmano o el béisbol.
El pabellón municipal Felix Candela se convirtió desde el martes 18 de abril hasta ayer, 22 de abril, en escenario de estos juegos olímpicos que protagonizaron los más pequeños, desde los seis hasta los doce años. Quienes participan en esta celebración deportiva son integrantes del programa multideporte que el Ayuntamiento de Crevillent promueve en todos los colegios de la localidad. Aquí, durante todo el año y en horario extraescolar, monitores enseñan a los pequeños deportistas en potencia disciplinas distintas al deporte rey, ya sea en equipo o de forma individual.
El concejal de Deportes, Manuel Moya destacó la importancia de promover disciplinas diversas entre los crevillentinos para «desarrollar un potencial entre los pequeños y que descubran en qué modalidad pueden destacar más». Así, los deportes menos visibles, como la pilota valenciana, toma protagonismo en el imaginario de los más pequeños.
«El programa está pensado para pequeños que no practican ningún deporte en sus horas libres, para que obtengan ese hábito saludable», añade Moya.
En esta edición del evento participaron 70 niñas y niños del programa de atletismo y multiaventura, 20 tenistas, 15 niños y niñas dedicados al patinaje, en cuya prueba se valoró su resistencia, velocidad y habilidad, y treinta bailarinas que prepararon una coreografía para la gala de clausura.
Ayer fue la última jornada del evento polideportivo y estuvo protagonizada por las finales en las que participaron los equipos y deportistas ganadores de las fases previas que han venido sucediéndose desde el martes.
La pista de atletismo, de tenis y las de multideportes se llenaron de espectadores ansiosos por ver los partidos decisivos en estas olimpiadas infantiles. En varias competiciones simultáneas, a lo largo de dos horas, se fueron sucediendo las pruebas definitivas en las que las niñas y niños pusieron todo su empeño para salir victoriosos, pero también para formar equipo. De hecho, la victoria final fue para todos los participantes. La entrega de medallas congregó a todos los equipos y hubo galardón para cada integrante, además de una foto final para el recuerdo en el que aparece el gran grupo de deportistas incipientes.
De este modo, se abre una pequeña ventana a los deportes menos difundidos y a que estas futuras estrellas potenciales puedan crear en Crevillent una nueva cantera de deportistas, que, por ejemplo, puedan devolver al balonmano del municipio a la palestra nacional o a dar más apoyos al prestigio del atletismo crevillentino.
El fomento de estos deportes y las mejoras necesarias en las instalaciones deportivas pueden ser un impulso para una época dorada del deporte en Crevillent y crear así una cantera potente.