En esta publicación se realiza un recorrido histórico de la primera iglesia cristiana tras la conversión de la población musulmana al cristianismo, por decreto del emperador Carlos V en 1525, por el cual los mudéjares pasaron a ser cristianos nuevos o moriscos.
Al igual que en la vecina localidad de Elche, la mezquita musulmana sería bendecida como templo cristiano, la cual se encontraba en la actual Plaza de Abastos. A partir de ese momento, la iglesia fue sufriendo una serie de remodelaciones y obras en sus altares, capillas, coro y sacristía, así como en el archivo parroquial, siendo erigida como parroquia el 28 de mayo de 1602.
No obstante, la ubicación de este primer templo dio muchos problemas al inmueble, así como el deterioro del paso del tiempo, por lo que en 1772, se iniciaron las obras del actual templo, bendecido el 29 de junio de 1828, obra del arquitecto Miguel Francia.
Sobre el solar de la antigua iglesia de Nuestra Señora de Belén se levantaría la primera Plaza de Abatos en 1876, quedando como único vestigio la torre-campanario, que dio nombre a la actual Plaza de la Iglesia Vieja, antes Plaza de las Campanas.
El nuevo templo –el más grande de toda la diócesis de Orihuela-, contaba con una plaza, sobre la que se erigió el Paseo de Alfonso XII, proyecto aprobado en 1873, quedando integrado como parte del conjunto.
Tras la contienda civil (1936-1939), fue constituida la Junta de Fábrica de Reconstrucción y Reparación del Templo Parroquial el 20 de junio de 1939, cuyo objetivo principal era la restauración del altar mayo y altar de la comunión, bajo la dirección técnica del arquitecto ilicitano Andrés Serrano.
Sin duda, la iglesia de Nuestra Señora de Belén constituye uno de los ejes principales del núcleo urbano, entorno a la cual se articularon las primeras cofradías de la localidad vinculadas a las primeras imágenes, así como las primeras procesiones de Semana Santa, origen de nuestra tradición más antigua.