Al juny de 1872, el Ple acorda es porte a efecte l’establiment d’aquesta fira, entre els dies 1 al 12 del mes d’agost inclusivament, acord que es va fer públic als comerciants, així com als firaires que decidiren instal·lar els seus llocs.
L’Ajuntament contractava els serveis d’un fuster, encarregat de construir els llocs per als firaires i un cadafal per a tocar els músics que amenitzaven les vetlades.
En aquesta fira de Sant Gaietà podíem trobar una gran varietat de productes, des de llocs de menjar -com a ametla o cigrons-, quincalla, ventalls, menuderies, roba, així com tot tipus de dolços i confitura i com no, els joguets per als xiquets.
L’Ajuntament celebrava aquesta festa amb gran pompa i solemnitat, excepte en comptades ocasions, com en l’estiu de 1885, amb motiu de l’epidèmia del còlera.
Si bé la fira de Sant Gaietà ha deixat de celebrar-se, són moltes les mostres que ha deixat en la història local a través de la documentació conservada en l’Arxiu Municipal i que ens permeten conéixer l’evolució històrica d’aquesta festivitat en honor al sant de Thiene.
Hoy 7 de agosto, Crevillent celebra la festividad de San Cayetano y el Archivo Municipal se suma a esta efeméride dando a conocer algunos de los documentos que conserva del santo, proclamado por el Papa Clemente X en 1671.
Crevillent (07/08/2019).- La veneración a San Cayetano en nuestra población se remonta al siglo XVIII, con la celebración de la misa y sermón el día de la festividad, cuyos gastos corrían a cargo del Ayuntamiento.
Posteriormente, la costumbre era la instalación de la feria en el Paseo del Calvario hasta mediados del pasado siglo XX, la cual ya venía celebrándose una centuria antes, como lo demuestran los libros de actas del Pleno.
En junio de 1872, el Pleno acuerda se lleve a efecto el establecimiento de dicha feria, entre los días 1 al 12 del mes de agosto inclusive, acuerdo que se hizo público a los comerciantes, así como a los feriantes que decidieran instalar sus puestos.
El Ayuntamiento contrataba los servicios de un carpintero, encargado de construir los puestos para los feriantes y un tablado para tocar los músicos que amenizaban las veladas.
En esta feria de San Cayetano podíamos encontrar una gran variedad de productos, desde puestos de comida -como almendra o garbanzos-, quincalla, abanicos, baratijas, ropa, así como todo tipo de dulces y confitura y como no, los juguetes para los niños.
El Ayuntamiento celebraba esta fiesta con gran pompa y solemnidad, salvo en contadas ocasiones, como en el verano de 1885, con motivo de la epidemia del cólera.
Si bien la feria de San Cayetano ha dejado de celebrarse, son muchas las muestras que ha dejado en la historia local a través de la documentación conservada en el Archivo Municipal y que nos permiten conocer la evolución histórica de esta festividad en honor al santo de Thiene.